En el Consejo de Facultades de Agronomía del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), organismo en el que se incluye a la Universidad de La Frontera, se discute que la mayoría de los planes curriculares de ingeniería agronoma en Chile no dan énfasis a temas tales como deforestación y seguridad alimentaria.
Lo anterior, considerando que en el reporte del Global Forest Watch se evalúa que la agricultura es el mayor impulsor de la deforestación mundial, siendo los cultivos más críticos los asociados al aceite de palma, soya, ganado, cocoa y café. Además, hay estudios según los cuales ésta actividad se relaciona en gran parte con la deforestación tropical.
“Se busca que los nuevos profesionales puedan hacer frente a cómo producir alimentos y a su vez que esto sea compatible con la conservación del medioambiente para un mejor bienestar de las personas”
Así lo dice Adison Altamirano, investigador y decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de la Universidad de La Frontera (UFRO).
REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
En el Consejo de Facultades de Agronomía del CRUCH se emitió la declaración pública “Agroalimentos y Bienestar 2050”, donde se refieren a una “revolución tecnológica en la producción agroalimentaria sostenible y en el cuidado del medioambiente, contribuyendo al bienestar y la salud de Chile y del planeta, en concordancia con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas”.
Téngase presente que se ha iniciado un proceso para modificar la formación curricular de los futuros ingenieros agrónomos. Pero aún no se definen cuáles exactamente son los cambios que habrán en las mallas curriculares, ni tampoco si se modificaría la duración de la carrera.
Adison Altamirano comentó también que la idea “es incorporar contenidos asociados a innovación y emprendimiento, cambio climático, revolución tecnológica, sustentabilidad agroalimentaria y el cuidado del medioambiente, bienestar y la salud de Chile y del planeta. Ello dará también mayor valor agregado a los titulados, estarán mejor preparados para sus trabajos, no solamente a nivel nacional, sino también con preparación para trabajar fuera del país”.
Se estima que ésta iniciativa pueda estar consolidada hacia el año 2050. “Lo primero es socializar esta idea con distintos actores: academia, sector privado, sector público, en eso estamos ahora -dijo Adison Altamirano, agregando- Luego viene la fase de preparación del proyecto y la búsqueda de apoyo y financiamiento, y posteriormente la implementación y seguimiento”.
Según se explicó, junto con valorar cual sería el financiamiento necesario para desarrollar dicha iniciativa, también se requiere conocer otras experiencias que sirvan de base para hacer una propuesta de plan de estudios.
En opinión de Altamirano: “Estas propuestas también son contexto-dependientes, es decir, un plan de estudios para la zona de Arica no debería ser el mismo que para La Araucanía. Esta nueva propuesta también requiere del uso de las actuales nuevas tecnologías disponibles, por ejemplo el uso del metaverso, entre otras”
Por Sergio Peña Herrera.