Hace algunas semanas, los automovilistas observaban con cierta alegría los trabajos que se realizaban para instalar nuevos semáforos en la intersección de avenida Caupolicán con Blanco Encalada de Temuco.
Se esperaba que las interminables filas y congestión que se produce en horas punta para quienes vienen por Caupolicán desde el sur y viran hacia Blanco fueran cosa del pasado, pero tras la puesta en marcha, la sensación que viene dejando a numerosos conductores fue que el remedio pudo haber sido peor que la enfermedad.
Ello porque las grandes congestiones se producían normalmente en horas punta. Pero en cambio, en horarios de baja afluencia de vehículos, como por ejemplo en la noche o días festivos, cuando no existía el semáforo, cruzar Caupolicán para dirigirse al Hospital Regional era cosa de segundos o a lo más unos minutos.
El inicio de las operaciones del nuevo semáforo, a decir de no pocos usuarios, generó un problema de congestión prácticamente a toda hora, e incluso hasta en algunos momentos de la noche se pueden apreciar largas filas de vehículos de todo tipo que permanecen a la espera de cruzar Claro Solar y llegar hasta Montt.
El motivo parece radicar en el corto tiempo de la luz verde, que permite el paso de apenas cinco o seis vehículos, eso en el mejor de los casos y cuando sus respectivos conductores se encuentran atentos al cambio de rojo a verde y a la vez sean todos ágiles en sus reacciones.
Si por el contrario, uno de los choferes se descuida al cambio de color, lo más probable es que logren cruzar unos tres o cuatro móviles, lo que viene generando, desde el comienzo de la operación de los semáforos, atochamientos mucho mayores que cuando existía solamente la señal “ceda el paso”.
La razón parece ser bastante simple: unos pocos segundos de luz verde no alcanzan para que se agilice el tránsito de vehículos por esta avenida -una de las más transitadas de La Araucanía- a lo que se suma que mientras había “ceda el paso”, cuando los vehículos que se dirigían por Claro Solar hacia el oriente y ninguno de ellos viraba al sur, ello permitía que al mismo tiempo varios móviles que transitaban por Caupolicán cruzaran hacia Blanco, lo que generaba que la espera fuera menor y por ende, atochamientos mucho más pequeños que los actuales.
Ahora eso es solamente un recuerdo. Mientras la luz verde por Claro Solar permite continuar la marcha o virar, al mismo tiempo todo ese lapso permanece el semáforo en rojo para quienes deben virar a Blanco y como consecuencia, los tradicionales “tacos” por Caupolicán aumentan y no parecen detenerse durante ningún momento del día.
IMPORTANCIA
La importancia de mantener un tránsito fluido en esa esquina en particular, radica en que no solo beneficia a los automovilistas comunes y corrientes, sino también a las ambulancias, que en gran número provienen desde el sur y en las que durante las 24 horas del día sus conductores deben hacer una suerte de “acrobacias” para lograr adelantarse a la gran congestión y cruzar rumbo al Servicio de Urgencia del Hospital Regional, haciendo uso de balizas y sirenas, ya que de otra manera, si respetaran los tiempos de espera de este semáforo, es muy probable que las consecuencias para los enfermos o heridos que transportan fueran sumamente serias.
Muchos se preguntan si acaso será demasiado el esfuerzo para quienes tienen como misión regular el control del tránsito de Temuco y los tiempos de semaforización, en atender y solucionar esta situación.