En reconocimiento al legado que dejó en vida el destacado poeta Omar Lara Mendoza, se realizó un emotivo homenaje póstumo en el Cementerio Municipal de Nueva Imperial, donde descansan sus cenizas. La ceremonia incluyó una romería y un acto solemne en honor al poeta imperialino, un referente de la literatura nacional.
Durante la actividad, se rindió un agradecido tributo a Lara, hijo ilustre de Nueva Imperial, en presencia de destacadas personalidades del ámbito literario. Entre los asistentes se encontraban su hija, Alejandra Lara, miembros del círculo de escritores Juvencio Valle, y la Dideco de la municipalidad, Doris Concha, quien representó al alcalde César Sepúlveda. La jornada incluyó declamaciones poéticas y una presentación musical, que añadieron solemnidad al evento.
Uno de los momentos más importantes fue la instalación de un libro de mármol, creado artesanalmente, en el mausoleo que resguarda las cenizas del poeta. El libro lleva inscrito su nombre, su imagen inmortal y versos que resaltan su legado e importancia tanto para la comuna como para el país. Este gesto busca perpetuar la memoria de Omar Lara y destacar que en este lugar reposan los restos de un poeta cuyas obras trascendieron fronteras.
Omar Lara Mendoza falleció el 2 de julio de 2021, a la edad de 80 años, en la ciudad de Concepción, donde residía y administraba una librería en la calle Ongolmo. Desde los años 60, Lara destacó en el ámbito literario, fundando la revista Trilce y desarrollando una prolífica carrera que le llevó a recibir reconocimientos como el Premio Casa de las Américas en Cuba y la Medalla Presidencial. Durante el Gobierno Militar, se exilió y continuó su labor académica y literaria en varios países de América y Europa.
En 2008, fue declarado hijo ilustre de Nueva Imperial, y en 2016, recibió el Premio Jorge Teillier de la Universidad de La Frontera. Tras su fallecimiento, sus cenizas fueron depositadas en el cementerio de Nueva Imperial en medio de la pandemia. A tres años de su partida, este homenaje póstumo se enmarca en la Política Local de Cultura, como un reconocimiento necesario para mantener viva la memoria del autor.
Por Israel Sanhueza.
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