A 58 años de uno de los terremotos más grandes que ha sufrido la humanidad desde que existe registro (9,5 grados en escala Richter), ocurrido el 22 de mayo de 1960 con epicentro en Valdivia; una de las zonas de La Araucanía más afectadas por ese mega sismo y posterior tsunami, fue el entonces pujante territorio del Toltén Bajo.
Muy cerca de la desembocadura, entre Toltén Viejo y La Barra, el mar hizo estragos y la mayor parte de las 34 víctimas fatales eran integrantes de las comunidades lafquenche, las mismas que hoy rememoran esta fecha con una apuesta de turismo de experiencia cultural, rescate patrimonial y de naturaleza.
Precisamente para conmemorar este 58 aniversario, la Cooperativa de Turismo Mapuche Quillhuafilo de Toltén realizó un circuito fluvial por el río Toltén mostrando la transformación que sufrió la cuenca a partir del maremoto, para posteriormente llegar hasta las ruinas de Toltén Viejo, el sector de Punta Riel y el cementerio de la desaparecida localidad costera.
RELATOS
El recorrido concluye en la ruca Newen de Quillhuafilo, donde al calor del fogón y la degustación de comidas típicas de la zona costera, antiguos integrantes de la comunidad comparten sus relatos de la traumática experiencia vivida la tarde de aquel 22 de mayo de 1960.
Julio Alfonso tenía 13 años para el terremoto y recuerda que varios días antes hubo señales de lo que podría ocurrir. “Por lo menos una semana antes ya sentimos pequeños temblores, lo animales estaban muy inquietos, los perros aullaban más de lo normal, y cuando se salió el mar sólo alcanzamos a salir con lo puesto hasta el cerro Chanquín, donde estuvimos varios días y luego nos llevaron a un albergue en Pitrufquén por casi cuatro meses”, evoca este sobreviviente del 60.
Amelia Ñancupil, a sus más 84 años, recuerda con sorprendente lucidez lo que ocurrió con ella y su familia aquella tarde. “Eran las cuatro de la tarde cuando tuvimos que sacar a los niños hasta el cerro. Algunos no alcanzaron a salir y se los llevó el agua. Pero si esto hubiese sido de noche no habría quedado nadie con vida”, relata la mujer.
COOPERATIVA QUILLHUAFILO
Hace exactamente un año nació la Cooperativa de Turismo Quillhuafilo de Toltén, que cuenta con 13 socios y que tiene como propósito ofrecer al visitante una experiencia que incluye la historia de las comunidades pre y post terremoto.
Así lo destaca Sergio Hueche, uno de los guías a cargo del circuito. “Nos constituimos para rescatar y mostrar nuestro patrimonio cultural y natural a quienes nos visitan. Hacemos pesca recreativa del salmón Chinok, avistamiento de aves, gastronomía típica en la ruca, servicio de cabañas, entre otros”, precisó.
“Nuestra idea es también proteger nuestro ecosistema y hacer conciencia entre quienes nos visitan de la importancia del cuidado del medio ambiente que es nuestro patrimonio natural y sustento de vida”, concluyó el guía.
Quienes quieran visitar el lugar, se pueden contactar a través de Facebook Turismo Quillhuafilo o en www.turismoquillhuafilo.cl .